Pero pese a esta visión idílica del presidente austriaco lo cierto
es que cada uno de los jefes de Estado aprovechó su comparecencia
para demostrar que, al menos ellos, han cumplido con las reglas de
la liberalización pactada hace ya seis años y los principios de la
libre competencia.
Los intereses nacionales y las políticas proteccionistas,
puestos de manifiesto en la avalancha de opas que asola los
mercados europeos, hacen aún más difícil el objetivo de lograr la
liberalización total del gas y la electricidad en 2007.
Durante su intervención, el presiente de turno del Consejo
Europeo, el canciller austriaco Wolfgang Schuessel, se mostró muy
satisfecho de los resultados alcanzados, y señaló que las dos
jornadas de trabajo que terminan hoy culminan con un «compromiso
claro en materia energética, para que el mercado sea más
transparente, competitivo y abierto».
Además destacó que en las conclusiones se incluya como objetivo
la liberalización del mercado de energía y electricidad para el
2007.
Así lo hicieron el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez
Zapatero y el presidente francés Jaques Chirac acusados de adoptar
medidas proteccionistas ante las opas lanzadas por la alemana E.ON
y la italiana Enel, respectivamente.
El jefe del Gobierno español defendió la necesidad de una
«política común de la Unión Europea» en materia de energía, pero
que combine «principios esenciales» como la cooperación para la
seguridad en el suministro, las políticas para incrementar las
energías renovables, y la cooperación para que el mercado sea
«eficiente», en beneficio de los consumidores. «Es evidente que en
la Unión Europea tenemos un trabajo por delante extraordinariamente
arduo en energía y urgente», subrayó.
Pero pese al elenco de buenos deseos y palabras prometedoras de
las que hicieron gala los líderes europeos en sus comparecencias
ante los medios de comunicación, la reunión de primavera no sirvió
para que los Veinticinco desbloquearan asuntos tan importantes como
la creación de un organismo regulador europeo fuerte en materia de
energía, que sirviera a poner orden en la multiplicidad de marcos
legales y situaciones nacionales actuales.
Los dirigentes europeos también quisieron pasar de puntillas
sobre el siempre polémico tema de la energía nuclear. «La necesidad
de combinar fuentes de energía es de competencia nacional, no es
cuestión de si queremos o no centrales nucleares, sino de reforzar
las reglas de seguridad comunitarias, y tratar el tema sin tabúes,
pero sigue siendo una competencia nacional clara», afirmó
Schuessel.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.