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El Pentágono ha hecho finalmente pública una extensa lista con los nombres de 558 personas que están o han estado detenidas en la base de Guantánamo (Cuba) en el marco de la lucha que Estados Unidos desarrolla contra el terrorismo.

La lista se encuentra acompañada de 500 páginas de documentos que el Pentágono afirma haber omitido en anteriores entregas y que incluyen nuevas informaciones sobre la identidad de los presos y los delitos de los que se les acusan.

Esta lista supone el primer recuento oficial de los detenidos que hace público el Pentágono respondiendo a una petición de la agencia de noticias Associated Press (AP) amparada en el acta de Libertad de Información. Sin embargo, los abogados de los detenidos llevaban pidiendo este material desde hace dos años y medio.

Los 558 detenidos proceden de 41 países distintos, la mayoría de ellos (132) son de Arabia Saudí. Afganistán es el segundo país en mayor número de presos, con 125 detenidos, y Yemen, el tercero, con 107. Todos ellos se sometieron en 2004 y 2005 al examen de un Tribunal para determina si podrían ser considerados como «combatientes enemigos».

Con dicha calificación, el Pentágono les consideró «combatientes enemigos», anulando así sus derechos como prisioneros de guerra amparados por las leyes internacionales.

Entre los nombres se encuentran los de David Hicks, un australiano acusado de combatir contra las tropas estadounidenses en Afganistán: o Muhammed al Qahtani, el supuesto secuestrados número 20 durante los ataques del 11 de septiembre en Nueva York.

Según las autoridades estadounidenses, de los 558 nombres que se dan en la lista, actualmente se encuentran detenidas 490, al haber sido liberados o devueltos a sus países de origen.

Desde la llegada de los primeros veinte presos desde Afganistán, en enero de 2002, Estados Unidos nunca había hecho pública una lista con los nombres y nacionalidades de los detenidos en la prisión de Guantánamo. Desde entonces el Pentágono ha ofrecido mucha resistencia a la hora de publicar información concerniente a este asunto, alegando razones de seguridad nacional, para evitar que Al Qaeda supiese cuáles de sus miembros habían sido hechos prisioneros, o evitar represalias contra ellos o sus familiares.

Los nuevos datos servirán de gran ayuda para los abogados de los presos y los grupos de derechos humanos que se han encargado de vigilar las condiciones de vida de los presos de Guantánamo, haciendo públicos los nombres de cientos de ellos ante el silencio oficial. Al parecer, el Pentágono responde con esta publicación a una orden judicial tras una demanda de la agencia de noticias Associated Press (AP), que se amparó en el acta de Libertad de Información.