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AGENCIAS-JERUSALÉN
El intento de asesinato de Tarek Abu Rayab, jefe de los servicios secretos palestinos en la ciudad de Gaza y leal al presidente palestino, Mahmud Abás, ha aumentado la tensión entre Al Fatah y Hamás y ha incrementado los temores sobre nuevos y mayores enfrentamientos armados.

Mientras, el Ministerio palestino del Interior, que controla el movimiento islámico Hamás, indicó que la explosión fue el resultado de la detonación accidental de una granada de mano que portaba uno de los guardaespaldas de Abu Rayab.

Tarek Abu Rayab resultó con heridas de pronóstico reservado ayer por una explosión en un ascensor del cuartel general de los servicios secretos palestinos, situado al norte de la ciudad de Gaza.

A causa de la explosión falleció uno de los guardaespaldas de Rayab y otras diez personas resultaron heridas, informaron fuentes de la seguridad palestina.

La versión de Hamás adquiere algo de verosimilitud al considerar la dificultad de acceder al cuartel general de los servicios secretos palestinos, un edificio que sorprendentemente ha permanecido intacto durante los últimos cinco años y medio de enfrentamientos entre palestinos e israelíes.

El presidente palestino ya ha ordenado la apertura de una investigación para aclarar las circunstancias en las que se ha llevado a cabo el atentado contra Abu Rayab.