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EUROPA PRESS-LONDRES
Un nuevo escándalo se cierne sobre el contingente militar estadounidense en Irak, después de que la cadena británica BBC divulgara ayer un nuevo vídeo que podría relacionar a un grupo de soldados norteamericanos con la muerte de 11 civiles iraquíes en la ciudad de Ishaqui el pasado mes de marzo. El documento, disponible en la página web de la cadena, muestra las imágenes posteriores al ataque de las tropas americanas en la ciudad, que se encuentra a 100 kilómetros al norte de Bagdad, realizado el pasado 15 de marzo.

El vídeo contradice la versión del Ejército norteamericano, que afirma que sus soldados se vieron envueltos en un tiroteo al intentar capturar a un supuesto partidario de la organización terrorista Al Qaeda. Durante el combate, una de las viviendas resultó destruida por el fuego, en el que se encontraban cuatro personas -el sospechoso, dos mujeres y un niño- que fallecieron.

Sin embargo, un informe posterior realizado por la Policía iraquí acusaba directamente al Ejército norteamericano de rodear el domicilio en el que se encontraba el sospechoso y disparar intencionadamente contra el interior, acabando con la vida a 11 personas, incluyendo cuatro mujeres y cinco niños, antes de hacer estallar el edificio.

Las imágenes del vídeo, que muestran a varios adultos fallecidos con numerosas heridas de bala, fueron grabadas por miembros de un grupo radical suní y los expertos de la cadena han confirmado su autenticidad. Un portavoz del Ejército norteamericano afirmó que se estaba preparando una investigación de los hechos.

Esta nueva información llega en medio de una fuerte polémica por la actuación de los soldados norteamericanos en la zona. El pasado 19 de noviembre, en la ciudad de Haditha, una bomba alcanzó a un convoy militar y mató a un marine. Después, los soldados dispararon y mataron a civiles indefensos que se desplazaban en un taxi por la zona, y entraron en dos casas y dispararon a otras personas.

Ante el nuevo caso de supuesto abusos y asesinatos de civiles por parte de las tropas norteamericanas, el primer ministro iraquí, Nouri al Maliki, criticó que el Ejército tenga el hábito de atacar a civiles. Asimismo, Al Maliki comunicó su intención de pedir explicaciones a Estados Unidos para que le traslade los archivos de la investigación sobre el incidente de Haditha.

Por su parte, el secretario de Defensa estadounidense, Donald H. Rumsfeld, defendió el entrenamiento y la conducta de las tropas norteamericanas desplegadas en Irak y dijo que no deberían ser involucradas en incidentes como la supuesta masacre de civiles iraquíes en Haditha.

«Sabemos que la conducta del 99,9% de nuestras fuerzas es ejemplar. También sabemos que en los conflictos ocurren cosas que no deberían ocurrir», se disculpó.