La escalada de violencia tiene como fondo una grave crisis política, que llega tras la decisión del presidente Abás, presidente de la ANP y jefe del partido Al Fatah, de convocar para el 26 de julio un referéndum sobre un documento que reconoce implícitamente a Israel. Los islamistas de Hamás, que controlan el Gobierno, rechazan la consulta.
Los activistas, miembros de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, prendieron fuego la planta baja del Parlamento y las llamas se propagaron rápidamente a los pisos superiores.
Menos de una hora antes, habían incendiado las oficinas del Consejo de Ministros.
Tanto el Gobierno como el Parlamento están controlados por el movimiento radical islámico Hamás, frente a los partidarios de Al Fatah del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás.
Los incidentes comenzaron cuando centenares de miembros de los servicios de seguridad, fieles a Al Fatah, protestaban junto a los activistas de Al Aqsa por los enfrentamientos violentos interpalestinos de los últimos días en la franja de Gaza, por los que acusan a Hamás.
Horas antes de los incendios de las sedes parlamentaria y gubernamental, en la franja de Gaza un activista y un civil resultaron muertos en enfrentamientos entre partidarios de Hamás y Al Fatah, mientras que dos representantes lesgislativos de los radicales islámicos fueron secuestrados.
Los enfrentamientos en Gaza, con ametralladoras y cohetes, opusieron los activistas de Hamás -uno de los cuales resultó muerto- a miembros de la Seguridad Preventiva Palestina, un servicio fiel al presidente Abás, en la ciudad de Rafah, fronteriza con Egipto.
Tras conocer los graves incidentes de anoche, el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, calificó de «crítico» el momento que vive el conflicto palestino-israelí, y propugnó «hacer todo lo posible para evitar una guerra civil palestina».
«Estamos en un momento muy crítico. Nos enfrentamos a una espiral de violencia que nos puede llevar incluso en los territorios palestinos a una no deseada guerra civil entre los distintos sectores», afirmó Moratinos tras participar en una reunión del Consejo de la UE.
Moratinos dijo haber mantenido una conversación telefónica con Mahmud Abás, a quien pidió «capacidad negociadora».
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