El sur de Beirut ha quedado totalmente destruido tras los ataques israelíes.

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AGENCIAS-N. YORK/JERUSALÉN
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, condenó ayer el «uso excesivo de la fuerza» por parte de Israel contra Líbano y afirmó, durante su intervención ante el Consejo de Seguridad de la ONU, que «debe ponerse fin a las hostilidades» entre el Ejército israelí y las milicias chiíes de Hezbolá.

Por su parte, el jefe del Estado Mayor israelí, teniente general Dan Halutz, anunció ayer que la campaña va a «durar mucho tiempo». El primer ministro libanés, Fuad Siniora, declaró que Israel va a «destruir» su país «sin dañar prácticamente a Hezbolá».

Además Annan reclamó un alto inmediato a la espiral bélica que vive Oriente Próximo y se manifestó consternado ante la falta de perspectivas de lograr un alto el fuego en vista a la actitud de Hezbolá que, en su opinión, mantiene secuestrado a todo Líbano.

«Hay graves obstáculos para lograr un alto el fuego, incluso para reducir la violencia», señaló el secretario general ante los quince miembros del Consejo de Seguridad de la ONU reunidos ayer en Nueva York. Asimismo, condenó el «excesivo uso de la fuerza» demostrado por Israel que castiga principalmente a los civiles libaneses.

Israel, apoyado por EEUU, anunció ayer en la ONU que seguirá sus operaciones militares hasta acabar con las milicias de Hizbulá, en respuesta al llamamiento del secretario general, Kofi Annan, a un cese inmediato de las hostilidades.

En una reunión en el Consejo de Seguridad, Annan hizo un llamamiento urgente a un alto el fuego para evitar la pérdida de más vidas inocentes, permitir el acceso de la ayuda humanitaria y dar a la diplomacia una oportunidad para buscar una salida a la crisis. Por otra parte, Israel decidió ayer crear un corredor humanitario entre Beirut y Chipre, aunque mantendrá su ofensiva militar sobre el Líbano.

La zona de tránsito marítimo y aéreo permitirá la entrada de ayuda humanitaria y de civiles, y podrá se sobrevolada por helicópteros y aeronaves de transporte con ese objetivo.

Esa ha sido una de las peticiones más firmes de la comunidad internacional los últimos días después de que los bombardeos de Israel originaran el desplazamiento de más de medio millón de libaneses.