Tropas de la Cruz Roja siguen evacuando a la población de Beirut.

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EFE-BEIRUT
Israel movilizó ayer a miles de reservistas, en el preludio de una posible invasión terrestre del Líbano, mientras EEUU ha decidido buscar una solución tras las consecuencias catastróficas de un conflicto que ha generado una preocupación mundial.

El jefe del estado Mayor del Ejército israelí, general Dan Halutz, dijo ayer, por su parte, que cien milicianos de Hizbulá han muerto desde el comienzo de la ofensiva, y añadió que su país «continúa las operaciones terrestres» para neutralizar a ese grupo chií.

El Gobierno estadounidense, firme aliado de Israel y que hasta ahora se ha negado a apoyar un alto el fuego solicitado por la ONU y la mayoría de la comunidad internacional, enviará este domingo a la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, a Oriente Medio para tratar de detener la actual crisis, según fuentes oficiales citadas por la «CNN».

Con ese mismo objetivo, el Alto Representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Javier Solana, concluyó el jueves en El Cairo una gira por Oriente Medio tras la cual dijo que se necesitarán todavía «varios días» para «madurar» una solución a la crisis.

Diez días después de que Israel comenzara a bombardear el Líbano en busca de dos de sus soldados capturados por la milicia chií Hizbulá, su ofensiva ha causado al menos 350 muertos, la mayoría civiles y un tercio de ellos menores, así como 1.200 heridos, según el Gobierno libanés.