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AGENCIAS-LA HABANA
Por primera vez desde que triunfara la Revolución cubana, hace 47 años, Fidel Castro abandonó ayer sus funciones al frente del Gobierno de Cuba debido a «la complicada operación quirúrgica» a la que se ha sometido para tratar «una crisis intestinal aguda con sangramiento sostenido», según anunció ayer por la mañana la televisión pública.

A través de una «proclama al pueblo de Cuba» que el secretario privado de Castro, Carlos Valenciaga, leyó ante la televisión cubana, el presidente de Cuba, que está a punto de cumplir 80 años, explicó: «la operación me obliga a permanecer varias semanas de reposo, alejado de mis responsabilidades y cargos».

El que ya es uno de los últimos dictadores del mundo transfirió el mando de la isla caribeña a su hermano Raúl y delegó competencias de Salud, Educación y Energía en otros miembros de su equipo de Gobierno.

Aunque predominan las llamadas a la calma sobre el estado de salud del histórico dirigente cubano, miles de exiliados en Miami no pudieron evitar tomar las calles de la ciudad para celebrar los vientos de cambio que parecen llegar desde La Habana.

Según el mensaje, firmado por Castro, el esfuerzo de su viaje a Córdoba (Argentina), donde asistió a una cumbre del Mercosur, y la agitación en torno a los festejos del 26 de julio -día de la patria en el que se celebra el aniversario del ataque al Cuartel de Moncada- significaron «días y noches de trabajo continuo».