Un soldado israelí reza junto a las municiones de artillería de su cañón, ayer, en Fasuta, Israel.

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AGENCIAS-BEIRUT
Israel golpeó ayer en el sur del Líbano y bombardeó ciudades y pueblos en otras dos áreas para alejar a los guerrilleros de Hezbolá de la frontera, ignorando las peticiones de alto el fuego.

Los proyectiles también cayeron sobre la zona fronteriza alrededor de Aita al-Shaab, donde Hezbolá dijo que había feroces combates con tropas terrestres israelíes, en los que destruyó un tanque. El Ejército israelí dijo que 20 combatientes de Hezbolá murieron en el sur del Líbano en las últimas 48 horas.

Tres semanas después del comienzo inesperado de esta guerra, cuando Hezbolá capturó a dos soldados israelíes en una incursión, un ministro israelí dijo que sus fuerzas armadas necesitaban hasta dos semanas más para completar su ofensiva. Una fuerza «limitada» de tropas israelíes cruzó la frontera hacia el Líbano cerca de la localidad de Houla, apenas al sur de la región de Kafr Kila donde hubo duros combates y bombardeos, dijo un portavoz de la fuerza de paz de la ONU.

La cadena de televisión árabe Al Arabiya informó que tres soldados israelíes habían muerto en los últimos enfrentamientos. Los intensos combates se produjeron el mismo día en que el gabinete de seguridad israelí aprobó una expansión de sus operaciones militares en el sur del Líbano. Esto conllevaría un ingreso entre 6 y 7 kilómetros en ese país, dijo una fuente política «Calculo que el tiempo requerido para llevar a cabo la tarea, y a lo que me refiero es a limpiar de (milicianos de) Hezbolá el área que queremos que ocupe la fuerza internacional, tomará de 10 días a dos semanas», dijo a Radio Ejército el ministro de Infraestructura, Binyamin Ben-Eliezer.