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EFE-BERLIN
El juez instructor del Tribunal Federal Supremo (BGH) de Alemania dictó ayer en Karlsruhe orden de prisión contra Youssef Mohamad E.H., el estudiante libanés de 21 años detenido el sábado en la estación central de Kiel (norte del país) y acusado de poner el pasado 31 de julio una bomba en un tren regional alemán.

El Tribunal precisó en un comunicado que el estudiante está acusado de «pertenencia a una banda terrorista, de intento de asesinato de varias personas con medios que constituyen un peligro público y de intento de provocar una detonación con explosivos».

El detenido es un estudiante de mecánica electrónica que reside en Alemania desde septiembre de 2004 y vivía en la ciudad de Kiel desde febrero de 2005.

Youssef Mohamad E.H. está acusado de intentar con su cómplice, todavía no detenido por la policía, «matar a muchas personas», al colocar sendas bombas en un tren regional que se dirigía de Aquisgrán a Hamm y en otro que cubría el trayecto de Moenchengladbach a Coblenza.

El estudiante libanés fue, según el juez instructor, el que colocó la bomba en el tren que cubría el trayecto de Moenchengladbach a Coblenza. Después se bajó en otra estación de tren sin que nadie notara nada.

Las maletas-bomba fueron activas con detonador a distancia y debían explotar de forma simultánea a las 14.30, hora local, pero finalmente no lo hicieron «por un error de manipulación», de manera que se pudo evitar una masacre, precisa el comunicado.

El hecho de que las maletas no explotaran ha permitido a la policía conseguir las huellas dactilares y perfiles genéticos (ADN) de los dos presuntos terroristas, lo que ha facilitado la identificación de Youssef Mohamad.

Mientras tanto, la policía alemana sigue buscando al segundo sospechoso de los atentados fallidos, objetivo prioritario de todas las fuerzas de seguridad del país ante la posibilidad de que pudiera volver a intentarlo.