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EFE-JERUSALÉN
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, termina en Turquía una amplia gira de más de diez días por Oriente Medio, cuyos resultados a la hora de lograr la aplicación de la resolución 1701 han sido más bien discretos. Annan anunció en la ciudad saudí de Yeda que Israel y el grupo chií libanés Hizbulá habían aceptado la «mediación» de la ONU para canjear presos, y ayer afirmó, en Alejandría (Egipto), que Israel levantaría «en 48 horas» el bloqueo aéreo y portuario del Líbano.

Sin embargo, ninguno de los dos anuncios han sido, de momento, confirmados oficialmente por las partes implicadas, y aun en el caso de cumplirse, no son exactamente condiciones recogidas en la 1701, ya que ésta exigía la «liberación» de los dos soldados israelíes secuestrados, no su canje, que era lo que pretendía Hizbulá.

Annan llegó a Beirut el pasado 28 de agosto, dos semanas después de que el Consejo de Seguridad llamara al fin de las hostilidades entre Israel y Hizbulá, que se prolongaron durante 34 días.

Durante su visita al Líbano, el secretario general de la ONU se desplazó a los barrios del sur de Beirut, zona conocida con el nombre de Dahiya y que fueron objeto de un intenso bombardeo aéreo y marítimo israelí durante la reciente contienda.

Esta zona, considerada uno de los bastiones de Hezbulá, era también uno de los barrios más pobres de la capital y albergaba la oficina del secretario general de Hizbulá, Hasan Nasrala.

Annan también se desplazó a la localidad meridional de Tiro donde visitó las instalaciones de las Fuerzas Provisionales de ONU en Líbano (FPNUL) y se reunió con varios responsables.