El presidente Zapatero y el ministro de Defensa, José A. Alonso, en el pleno del Congreso celebrado ayer.

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EFE/OTR PRESS-MADRID
El Congreso autorizó ayer el envío de 1.100 militares al Líbano en una operación de Naciones Unidas, con el apoyo unánime de todos los grupos parlamentarios, incluido el PP, que acusó al Gobierno de no decir la verdad sobre una «misión de guerra».

El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, advirtió que se trata de una operación «de paz, difícil, complicada y de riesgos evidentes» y anunció que las tropas se desplegarán en la zona libanesa de Marjayon.

Durante la sesión plenaria extraordinaria, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, abrió un debate con el líder del PP, Mariano Rajoy, al que acusó de tratar de «justificar sus gravísimos errores del pasado» con sus ataques al Ejecutivo por el envío de tropas al Líbano. La decisión fue refrendada, tras casi cinco horas de debate, por 306 votos a favor y dos abstenciones.

El Ministerio de Defensa ultima los preparativos para que mañana salgan hacia el Líbano, en cuatro buques desde la base naval de Rota, los primeros soldados -490 infantes de Marina y 76 soldados del Ejército de Tierra-.

Alonso explicó que el contingente español tendrá un máximo de 1.100 efectivos que se desplegarán en el sureste del Líbano en dos fases. El coste económico mensual de la misión ascenderá a 20 millones de euros.

La Fuerza Interina de Naciones Unidas en el Líbano (FINUL) vigilará un territorio de 40 kilómetros en dirección norte-sur y 65 kilómetros en dirección este-oeste, es decir el tamaño «adecuado» para que operen dos brigadas internacionales.

«Una al oeste donde está previsto que sea una brigada franco-italiana y otra al este con una brigada multinacional en la que España tendrá un papel de liderazgo consecuente con el número y la calidad de las fuerzas que aportamos», sintetizó.

«La zona en la que estaremos desplegados estará en la ciudad de Marjayon, donde los miembros de la misión de reconocimiento fueron muy bien recibidos por las autoridades locales», añadió.

Sobre la distribución de las dos zonas, los mandos militares del Ejército español ven «difícil calibrar una u otra como mejor o peor», ya que ambas tienen «ventajas e inconvenientes específicos». Pese a ello, Alonso aseveró que la misión es «coherente» y está «compensada».

El titular de Defensa se apoyó en las palabras del Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general del Ejército Félix Sanz, quien subrayó que desde el punto de vista operativo, la división en dos zonas de control por parte de la FINUL está realizada «por buenos estrategas militares».