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JORGE SVARTZMAN-BRASILIA
Unos 126 millones de brasileños acudieron ayer a las urnas en las elecciones generales en las que el presidente Luiz Inacio Lula da Silva, hasta entonces favorito absoluto, se enfrenta la perspectiva de un segunda vuelta contra el socialdemócrata Geraldo Alckmin, según los sondeos a pie de urna difundidos por medios de comunicación brasileños.

La Justicia Electoral brasileña estima que hacia las 03H00 GMT de la pasada madrugada deberían conocerse resultados oficiales de un 90% de los votos escrutados.

Alckmin, un médico anestesista de 53 años, habitualmente poco expresivo, dio rienda suelta a su optimismo al votar en una escuela de la ciudad de Sao Paulo y mostrar sus pulgares en alto con una sonrisa de oreja a oreja. «Las encuestas ya señalan que habrá segunda vuelta», afirmó.

En caso de segunda vuelta, la nueva votación se llevaría a cabo el próximo día 29.

La reelección de Lula parecía fácil, pero se complicó hace dos semanas, cuando allegados suyos y miembros del PT fueron involucrados en una tentativa de compra de informaciones supuestamente comprometedoras sobre Alckmin y José Serra, el candidato socialdemócrata a la gobernación de Sao Paulo.

En una encuesta del Instituto Ibope divulgada el sábado por la noche, Lula obtendría por primera vez menos votos que la totalidad de todos sus adversarios -49% a 51%y se vería obligado a ir a la segunda vuelta decisiva. Otra encuesta, de Datafolha, daba 50% a Lula y otro tanto a sus adversarios.

Alckmin, por su lado, llegaría a 37% según Ibope y a 38% de acuerdo a Datafolha.