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EFE-LONDRES
El 'premier' británico, Tony Blair, exhortó ayer a redoblar los esfuerzos para resolver el conflicto entre israelíes y palestinos como vía para poner fin al derramamiento de sangre en Irak.

En una exposición ante un Grupo de Estudio sobre Irak, presidido por el ex secretario de Estado de EEUU James Baker, Blair consideró que la solución de esa crisis incrementaría la presión sobre Irán y Siria para que cooperasen de forma más abierta con la comunidad internacional. «Las crisis palestino-israelíes son la cuestión «más explotada por los extremistas en toda la región», dijo Blair.

Blair, que hace sólo unos meses dijo de Irán y Siria que formaban «un arco de extremismo», pretende ahora vincularlos en la búsqueda de soluciones para acabar con la espiral de violencia en que se ha visto involucrado Irak desde la invasión anglo-estadounidense para derrocar a Sadam Husein, llevada a cabo en marzo de 2003.