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AGENCIAS-LONDRES
El primer ministro británico Tony Blair -que anoche llegó a Pakistán para entrevistarse con el presidente Pervez Musharraf- admitió en una entrevista concedida a la nueva versión en inglés de la cadena qatarí Al Yazira que los sucesos que han tenido lugar en Irak desde el inicio de la guerra en marzo de 2003 han sido un desastre y responsabilizó a la organización terrorista Al Qaeda, a los suníes y a la intervención de milicias respaldadas por el Gobierno de Teherán de la situación de violencia en aquel país.

Sin embargo, durante la entrevista, Blair insistió en la necesidad de derrocar al ex dictador Sadam Husein y señaló que tanto Irán como Siria se encontraban a tiempo de jugar un papel constructivo en Oriente Próximo.

El entrevistador, Sir David Frost, preguntó a Blair si la intervención en Irak había sido un desastre desde el principio, a lo que el primer ministro respondió de forma afirmativa. «Lo es, pero ¿puede ver por qué le digo a la gente que Irak es una tema difícil?», respondió. «No es difícil por que exista una planificación accidental» -prosiguió-, «es difícil porque existe una estrategia deliberada, que une a Al Qaeda, con los insurgentes suníes en una mano y elementos respaldados por Irán en la otra».

Blair indicó además que Irak está dominado por una situación en la que «la voluntad de la mayoría pacífica está desplazada por la voluntad de la minoría que apoya a la guerra».

Sin embargo, en declaraciones a la cadena británica BBC, una portavoz de Downing Street indicó ayer que las opiniones de Blair habían sido malinterpretadas, y que el dirigente británico se había limitado a reconocer «por educación» la pregunta de Frost. «Considerar su respuesta como una forma de admisión es completamente ingenuo», dijo.

En todo caso, esa respuesta del primer ministro llevó a que los diarios ingleses se vieran inundados ayer sábado por titulares como «La invasión de Irak un desastre, admite Blair a la televisión árabe».

Parón negociador
En la polémica entrevista en Al Yazira, el primer ministro británico también solicitó una mayor implicación de Irán y Siria en el parón negociador en el que se encuentra Oriente Próximo. «Tenemos que ir (a los dos países), tanto nosotros como los americanos. Y decirles que no estamos contra ellos porque creemos que son ellos (el pueblo) los que deben decidir quién gobierna Irán, y quién gobierna Siria», señaló.

Blair aprovechó para tender la mano a ambos países siempre y cuando abandonen sus posiciones actuales. «Si están preparados para ser parte de la solución cabe la posibilidad de un acuerdo, pero tal y como se están comportando es imposible», indicó.

El primer ministro británico también tuvo palabras para la comunidad internacional. Blair consideró «vital» que los países occidentales «lograran entender una situación en la que estamos centrándonos en los detalles de la paz, en vez de dedicar nuestro tiempo a las desastrosas consecuencias del conflicto».

Reino Unido tiene unos 7.200 efectivos en el sur de Irak, principalmente dentro y en la periferia de Basora. El Gobierno que preside Blair anunció recientemente una partida adicional de 100 millones de libras (190 millones de dólares) en concepto de ayuda para la reconstrucción de Irak.