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MACARENA VIDAL-HANOI
El presidente de EEUU, George W. Bush, que quiere lograr una mayor presión de Asia contra el programa nuclear de Corea del Norte, no pudo obtener ayer el visto bueno de Seúl para participar en un programa de registro de barcos de su vecino.

Bush, en Hanoi para participar en la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), dedicó ayer la mayor parte de la jornada a una serie de reuniones bilaterales con sus socios en las negociaciones con Pyongyang.

El presidente norteamericano se reunió en primer lugar con su colega surcoreano, Roh Moo-Hyun, para continuar con un almuerzo con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, y concluir su ronda de contactos con un encuentro trilateral con ambos mandatarios.

«No cabe duda de que cuando colaboramos podemos lograr la paz, la estabilidad y la prosperidad para nuestros pueblos», afirmó Bush a Roh y Abe.

Posiciones
Bush, que ha calificado a Corea del Norte como el riesgo principal para la proliferación nuclear en Asia, quería aunar posiciones con los dos dignatarios sobre la reanudación de las negociaciones con Pyongyang.

Y, en particular, Bush quería recibir garantías de Roh sobre el cumplimiento de las sanciones internacionales impuestas a Corea del Norte después del ensayo nuclear que ese país efectuó en octubre, así como sobre el apoyo de Seúl al programa conocido como Iniciativa de Seguridad contra la Proliferación (PSI), para el registro de barcos procedentes o con destino a Corea del Norte.

Ese programa estadounidense, al que se han adherido cerca de ochenta países, tiene como objetivo, entre otros, impedir que Corea pueda hacerse con más material nuclear o transferir lo que ya tiene o tecnología a gobiernos hostiles o grupos terroristas.

Pero Roh rechazó sumarse al programa. Seúl, afirmó, «no toma parte en toda la gama del programa de inspecciones, aunque apoya sus metas».