Benedicto XVI se reunió con el Gran Muftí, máximo responsable de asuntos religiosos, Ali Bardakoglu.

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EFE-ANKARA
El Papa Benedicto XVI aprovechó la primera jornada de su visita a Turquía para exigir a los líderes religiosos de todo el mundo que renuncien «absolutamente» a justificar el recurso a la violencia «como expresión legítima» de su fe. Además, subrayó la «necesidad vital» de que se produzca el diálogo interreligioso entre musulmanes y cristianos «del cual depende en gran medida nuestro futuro», al tiempo que puso en relieve «la verdad común» entre ambas religiones: «el carácter sagrado de la dignidad de la persona, base del respeto y estima recíproca y de la colaboración al servicio de la paz entre naciones y pueblos». El Santo Padre se entrevistó finalmente con el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, que le recibió a pie de pista y con el que mantuvo un encuentro de veinte 20 en el mismo aeropuerto.

En esa breve reunión, Benedicto XVI aseguró que deseaba viajar a Turquía «porque se ha convertido en un puente entre religiones. Es un país democrático, islámico y un puente». Mientras, Erdogan manifestó su «alegría» por verle en Turquía y le pidió su apoyo tanto a la iniciativa de la Alianza de Civilizaciones como a la entrada de Turquía en la UE, a lo que el Papa respondió favorablemente. Tras reforzar «el entendimiento y la cooperación» entre la Santa Sede y Turquía con el presidente, Ahmet Necdet Sezer, el Papa se desplazó a la Nunciatura Apostólica de Ankara. Allí subrayó que las religiones «no deben pretender ejercitar directamente el poder político» y que deben «renunciar absolutamente a justificar el recurso a la violencia como expresión legítima de la práctica religiosa». En este sentido elogió el régimen laico impuesto por Mustafá Kemal Ataturk en 1923 y la Constitución turca, por reconocer el derecho de cada ciudadano a la libertad de culto y la libertad de conciencia. Benedicto XVI también se reunió con el Gran Muftí, máximo responsable turco de asuntos religiosos, Ali Bardakoglu, una de las voces más críticas con el Papa después de las declaraciones que levantaron tanta polémica en la Universidad de Ratisbona.