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EFE-LONDRES
Las pruebas preliminares practicadas al contacto italiano del ex espía ruso Alexander Litvinenko no han detectado por el momento indicios de envenenamiento radiactivo, aunque el profesor Mario Scaramella seguirá bajo observación médica.

También la mujer del ex agente secreto, Marina, ha dado positivo en las pruebas de contaminación por polonio 210, pero los niveles no son lo suficientemente significativos como para derivar en una enfermedad a corto plazo.

Scaramella, con el que Litvinenko se reunió el día en que cayó enfermo, «se encuentra bien», indicó un portavoz del University College Hospital, que precisó que «las pruebas preliminares no muestran hasta ahora indicios de toxicidad radiactiva».

Scaramella fue ingresado el viernes en el citado centro médico, donde murió Litvinenko el 23 de noviembre pasado, tras serle detectado en su cuerpo una cantidad «significativa» de polonio 210, la misma sustancia radiactiva que causó la muerte del ex agente secreto.

El profesor italiano, experto en espionaje y seguridad, continuará bajo observación médica y se espera que sea sometido a nuevos análisis.

En el encuentro que mantuvieron el pasado 1 de noviembre, Scaramella facilitó al ex espía nombres de las personas que podrían estar involucradas en el asesinato de la periodista Anna Politkovskaya, que Litvinenko estaba investigando.

Además, según la prensa británica, le alertó de que ambos eran objetivo de un grupo de ex agentes del KGB (antiguo servicio secreto ruso). Según ha declarado el propio Scaramella, en la reunión sólo comió Litvinenko, mientras que él se limitó a beber agua.