Lucía Pinochet, hija del ex dictador, en el Hospital Militar de Santiago, donde está ingresado su padre.

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El ex dictador chileno Augusto Pinochet permanece estable en el Hospital Militar de Santiago, tras sufrir un infarto de miocardio y un edema pulmonar, en la más grave crisis de salud que ha padecido en sus 91 años. Tan grave que el ex gobernante de facto (1973-1990) recibió la extremaunción en la unidad de cuidados intensivos del nosocomio castrense, donde según el último informe médico logró ser estabilizado tras practicársele una angioplastia.

El doctor Juan Ignacio Vergara, que difundió el informe, destacó que Pinochet «ha estado consciente» todo el tiempo, además de considerar el edema pulmonar «algo secundario», pues la preocupación es el infarto de miocardio.

«Se le practicó una angioplastia y se logró estabilizar el funcionamiento del corazón», dijo el facultativo, que añadió que «sin duda, un infarto al miocardio es siempre de riesgo vital, sobre todo para una persona de su edad».

El médico anunció nuevas evaluaciones durante el día, entre ellas un posible «by-pass», que a lo largo de la tarde quedó descartado ya que según el doctor Juan Ignacio Vergara precisó que la angioplastia que se le realizó ha restablecido el flujo sanguíneo «lo que permite por ahora descartar absolutamente una operación abierta».

Desde que fue ingresado, Pinochet ha estado rodeado de su familia y allegados más cercanos, entre ellos su hijo menor, Marco Antonio, que confirmó que el nonagenario militar recibió la extremaunción.