George W. Bush, ayer durante la conferencia de prensa ofrecida en el edificio Eisenhower de Washington.

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EFE-WASHINGTON
El presidente de EEUU, George W. Bush, reconoció ayer que los insurgentes en Irak han frustrado los esfuerzos estadounidenses para establecer «estabilidad» y «seguridad» en el país, a la vez que reveló que entre las opciones para cambiar el rumbo de la guerra está la de aumentar las tropas en Irak.

Sin embargo, reconoció que entre las opciones que baraja se encuentra un aumento provisional de los soldados «aunque para ello tendría que haber una misión específica». La propuesta de aumentar las tropas es una de las posibilidades que prevé el informe elaborado recientemente por el Grupo de Estudio de Irak, copresidido por el ex secretario de Estado, James Baker.

Bush hizo estas declaraciones en la que fue su última rueda de prensa del año, antes de viajar esta semana a su rancho de Crawford (Texas) para pasar las navidades en compañía de su familia, y mientras se prepara para anunciar en 2007 su nueva estrategia para el conflicto iraquí.

Tras realizar un balance del año 2006 y reconocer que fue un año «difícil» para los iraquíes y las tropas estadounidenses en ese país árabe, subrayó que todavía no tiene una decisión tomada sobre cómo cambiar el rumbo del conflicto.

Este incremento provisional sería de entre 15.000 y 30.000 efectivos, por un período que oscilaría entre los seis y ocho meses.

Bush se encuentra desde hace unas semanas inmerso en la recogida de información y reuniéndose con expertos, militares, iraquíes y distintos departamentos del Gobierno para obtener datos precisos para llevar a cabo un cambio de dirección en Irak.