El doctor José Luis García Sabrido, ayer durante la rueda de prensa que ofreció a los medios.

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El cirujano José Luis García Sabrido, que atendió hace unos días al presidente cubano, Fidel Castro, negó ayer que el mandatario sufra cáncer o alguna otra «enfermedad maligna», y aseguró que se trata de un proceso benigno derivado de una serie de problemas postoperatorios.

En rueda de prensa, el jefe del servicio de Cirugía del Hospital público Gregorio Marañón, explicó que atendió a Castro a título «exclusivamente» personal y afirmó que «en estos momentos» no es necesario practicar ninguna intervención quirúrgica.

Castro está en un proceso de recuperación por problemas de una «gravísima» intervención quirúrgica anterior, que incluye «rehabilitación muscular y nutrición, y una de las dificultades de su equipo médico es la limitación de su actividad», que «ahora obviamente quieren limitarle, pero es muy difícil», agregó.

Dentro de la confidencialidad que le exige su profesión, el médico insistió en que «hasta donde yo conozco desmiento absolutamente» que tenga cáncer.

Según García Sabrido, quien ha examinado a Fidel Castro por primera vez, la actividad del presidente cubano es «excelente, tiene una actividad intelectual intacta, fantástica». Tras recordar «el sentido del humor» del mandatario, expresó su asombro por la «capacidad de relato de anécdotas personales e históricas» que compartió durante el examen médico que le practicó.

En su opinión, el estado de salud del comandante cubano es bueno» y, si su recuperación es absoluta, «naturalmente» podrá retomar su actividad anterior, aunque en todo caso será una «decisión personal» suya. Al respecto subrayó que se trata de un paciente de 80 años, por lo tanto tendrá «los límites de recuperación» de un paciente de esa edad, e indicó que los problemas postoperatorios que sufre están en «resolución lenta, pero progresiva».