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EFE-BAGDAD
El Tribunal de Casación de lo Penal iraquí ratificó ayer la sentencia de muerte decretada contra el depuesto presidente de Irak, Sadam Husein, y dos de sus antiguos colaboradores, condenados a la pena capital el pasado mes de noviembre.

Durante el proceso, Sadam solicitó en varias ocasiones que, de ser encontrado culpable, fuera condenado a morir ejecutado por un pelotón de fusilamiento, y no en la horca «como los criminales».

El juez Aref Abdelrazak Chahin, presidente del Tribunal de Casación, dijo que esta instancia ha ratificado la sentencia de muerte contra Sadam Husein, acusado de haber cometido crímenes contra la humanidad.

Aref Abdelrazak adelantó que la ejecución del depuesto presidente debe verificarse en los próximos 30 días.

El tribunal especial encargado de juzgar a Sadam Husein dictó el pasado 5 de noviembre la condena a muerte en la horca contra el ex presidente de Irak, después de haberle encontrado culpable del asesinato de 148 chiíes iraquíes de la aldea de Duyail en respuesta a un presunto intento de asesinato contra el entonces presidente.

El juez explicó que la sentencia empezará a ser de obligado cumplimiento a partir de mañana, miércoles, y las autoridades iraquíes deberán ejecutarla en los próximos 30 días.

Chahin aclaró que las personas que han sido condenadas a la pena de muerte verán anuladas las otras acusaciones que pesan sobre ellas.

Sadam se enfrenta a otro proceso judicial junto a seis de sus antiguos colaboradores, acusados de genocidio contra el pueblo kurdo iraquí durante la campaña militar Al Anfal, lanzada entre 1987 y 1988 contra el norte Irak.

El tribunal de casación también ratificó las penas de muerte contra Barzan Al Tikriti, hermanastro de Sadam, y de Awad Hamad Al Bandar, ex presidente del tribunal especial que condenó a las víctimas de Duyail.