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FRANCE PRESS-MOGADISCIO
Los islamistas iniciaron ayer un repliegue táctico ante el avance de la ofensiva de Etiopía, que cifra ya en más de un millar el número de milicianos de la Unión de Tribunales Islámicos (UTI) fallecidos en los ataques. Mientras, la comunidad internacional guarda silencio y la Unión Africana incluso justifica el ataque de Adís Abeba a su vecino.

Testigos presenciales informaron de que las milicias islamistas abandonaron la pasada medianoche la ciudad de Bur Hakaba, situada a unos 190 kilómetros al suroeste de la capital, y se desplazaron a Mogadiscio, donde previsiblemente harán frente finalmente a la ofensiva etíope. Bur Hakaba es una ciudad estratégica situada muy cerca de Baidoa, sede del Gobierno provisional. «Nuestros combatientes se han retirado de Bur Hakaba por razones tácticas», aseguró hoy en rueda de prensa el portavoz de la UTI, el jeque Mohamed Ibrahim Suley desde Mogadiscio.

Las milicias de la UTI perdieron ayer el control de otras dos importantes ciudades de Somalia ante la ofensiva conjunta de las milicias del Gobierno de transición somalí y sus aliados de Etiopía, según informó la página web somalí SomaliNet.com.

Los efectivos islamistas también abandonaron Dinsor, un enclave estratégico de la región de Bay y bastión islamista en el suroeste somalí. Efectivos somalíes fuertemente armados se encuentran cerca de Dinsor. Informaciones sin confirmar aseguran que Dinsor ya está bajo control de las tropas gubernamentales respaldadas por efectivos de Etiopía.