Sin embargo, reconoció que Castro, convaleciente de una cirugía intestinal, «está atravesando una situación nada fácil». «No soy el médico» dijo, pero Castro sigue progresando «aun cuando lentamente», sostuvo Chávez.
«Fidel está de nuevo en la Sierra Maestra» dijo Chávez en alusión a la cordillera del este de la isla, donde Castro inició la Revolución en los años 50. Castro «está dando una batalla por la vida», dijo Chávez en un discurso en la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro, donde le impusieron la Medalla Tiradentes, máxima distinción de ese órgano. «Hay quienes quieren que Fidel se muera, y andan repitiéndolo todos los días que ya está muerto, que ya se murió. No, hace unos días hablé con él por teléfono, y hablamos cerca de media hora», afirmó el mandatario venezolano.
«Son 80 años, verdad, él mismo lo dijo, la máquina a reparar tiene 80 años y vaya que 80 años. Ochenta años que son como 800 años», dijo Chávez.
Fidel «no sé cuándo morirá, ojalá viviera 80 años más, ojalá viviera 100 años más, de todos modos aquí todos algún día moriremos, pero Fidel Castro es uno de esos hombres que nunca morirá, que siempre vivirá», indicó.
La Medalla Tiradentes lleva el nombre de Joaquín José da Silva Xavier, o Tiradentes, un héroe independentista brasileño del siglo XVIII. Con la entrega de esta medalla se busca «manifestar el apoyo y solidaridad del estado de Río de Janeiro y de Brasil a un político que busca nuevas alternativas y nuevos caminos para su pueblo» se indicó desde la Asamblea.
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