La policía israelí, en el lugar del atentado recogiendo muestras del artefacto utilizado. Foto: YEHUDA BEN/AP

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EFE-JERUSALEM
El atentado suicida registrado en la ciudad israelí de Eilat, en el que han muerto tres personas, es el primero en diez meses, y el único desde que israelíes y palestinos alcanzaron un acuerdo de tregua en noviembre pasado.

A las 09.30 de la mañana hora local una potente explosión sacudió la panadería «Lehamim» (Panes) de un centro comercial situado en el céntrico barrio Isidor de la ciudad de Eilat, la más meridional de Israel y bañada por el Mar Rojo.

En un primer momento, los organismos de seguridad sorprendidos por la deflagración, sospecharon de que podría tratarse de una explosión de gas o de un acto criminal, pero posteriormente todos los indicios apuntaron a que se trataba de un atentado suicida, el primero de este tipo registrado en la ciudad costera. El suicida, que según los testigos portaba una mochila cargada de explosivos -entre cuatro y ocho kilos- según las investigacionesmerodeó por el centro comercial minutos antes de detonar la carga a la entrada de la panadería. El ataque segó las vidas de tres civiles, y entre tres y cuatro personas tuvieron que ser atendidas por los servicios médicos tras sufrir síndrome de shock postraumático.

Autoría
Los Batallones de Saraya Al Quds, brazo armado de la Yihad Islámica, anunciaron poco después en una rueda de prensa que Ahmad Seerak, un joven de 21 años y residente del barrio Seyaíe, de la ciudad de Gaza fue el autor del atentado. La autoría de dicho acto fue además conjuntamente asumido por la Yihad Islámica, las Brigadas de los Mártires de Al Aksa, facción armada vinculada a Al Fatah, y un nuevo grupo denominado el Ejército de los Creyentes (Al Yaish al Muminin).

Los testigos mostraron a los medios de comunicación israelíes su sorpresa por el ataque en una de las principales ciudades turísticas del país, que cuenta con un aeropuerto propio y recibe cada año la visita de miles de visitantes del extranjero.

Las imágenes difundidas por las cadenas de televisión locales mostraban los destrozos provocados por la bomba y los restos humanos y de metralla esparcidos por toda la panadería. Los organismos de seguridad, han aumentado el nivel de alerta en todo el país.