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AGENCIAS-BAGDAD
Irak ha entrado en una alarmante situación de violencia, con más de mil muertos en la última semana. Las fuerzas iraquíes comenzaron ayer a instalar controles adicionales en las calles y carreteras de Bagdad como primer signo de la inminente operación de seguridad que llevarán a cabo las fuerzas iraquíes y estadounidenses para intentar pacificar la ciudad bajo el mando del general iraquí Abboud Gambar.

Mientras que Bagdad es el epicentro de la violencia en Irak, con cientos de muertos cada semana, hay signos de que la violencia está creciendo en ciudades como Mosul, a 390 kilómetros al norte de Bagdad.

Mientras, más de 30 civiles fallecieron ayer en distintos atentados perpetrados en la capital. En el incidente más grave, quince personas murieron en un doble atentado con coches bomba mientras esperaban una cola para rellenar sus bombonas de propano.

Los periodistas que trataban de informar desde Mosul han visto a más de una docena de sus colegas morir y están siendo expulsados por amenazas o por temor a ser arrestados por las fuerzas iraquíes o estadounidenses.

Por otra parte, el Ejército estadounidense ha ordenado a sus pilotos varias modificaciones en las tácticas y procedimientos de los helicópteros de combate tras reconocer que cuatro aparatos han sido derribados por la insurgencia en tan solo dos semanas, explicó el portavoz militar de las fuerzas armadas estadounidenses en Irak, William Caldwell.