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MARTA ALTUNA-LONDRES
El primer ministro británico, Tony Blair, anunció ayer ante la Cámara de los Comunes la retirada de 1.600 soldados en los próximos meses de Irak, de los 7.100 que se encuentran actualmente en este país. A la retirada británica se sumará también para verano la de las tropas danesas, mientras que Lituania estudia la salida de sus soldados destinados en este país.

El primer ministro recordó que Irak celebró elecciones para la nueva constitución en enero de 2005 y en diciembre de ese año elecciones parlamentarias. En mayo de 2006 se formó el primer gobierno democráticamente electo. A pesar de estos logros reconoció que «el proceso político de reconstrucción ha sido ensombrecido por la violencia y el terrorismo».

Blair explicó que esta retirada se debe a que la situación que se vive en Basora (la zona controlada por los británicos) es bien distinta a la que se vive en Bagdad (controlada por los estadounidenses), por ser el objetivo de los grupos terroristas. Según Blair, el número de fuerzas británicas se reducirá en Basora, pero los soldados que queden prestarán apoyo logístico «para apoyar a las fuerzas iraquíes, mantener el orden, mantener las rutas de suministro y respaldar a las fuerzas iraquíes cuando lo necesiten.

Asimismo Blair explicó que la presencia militar británica se mantendrá en 2.008, pero especificó que cada vez será más de apoyo y entrenamiento. Sobre la rapidez de la retirada de las tropas restantes, el primer ministro indicó que ésta dependerá de la situación, de lo que hagan las tropas británicas y de lo que hagan las fuerzas iraquíes.