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OTR/BAGDAD/MADRID
Hoy se celebra el cuarto aniversario de la toma de Bagdad por parte del Ejército de Estados Unidos y los atentados volvieron a sacudir la capital iraquí y sus alrededores. Más de 20 muertos y docenas de personas heridas fue el resultado de una serie de explosiones, la más grave de ellas a 30 kilómetros al Sur de Bagdad, en la ciudad de Mahmudiya, donde una deflagración destruyó un edificio entero.

El Ejército iraquí ordenó el toque de queda en Bagdad con el cese de la circulación de vehículos, informó la televisión estatal iraquí, que enmarcó la medida como una forma de evitar nuevas masacres en una fecha tan emblemática como la toma de Bagdad. El general de brigada, Qassim Al Mussawi, portavoz de la operación de seguridad en Bagdad, fue el encargado de informar de la puesta en marcha de la prohibición para todos los vehículos, motocicletas incluidas.

Mientras, el clérigo radical chií, Muqtada Al Sadr, llamó a las fuerzas de seguridad iraquí a suspender su colaboración con las Ejército estadounidense, en lo que se presupone fue el calentamiento de la manifestación convocada por el Ejército del Mahdi contra las tropas extranjeras.

Mientras, seis soldados estadounidenses murieron ayer en diversos incidentes que sucedieron en Bagdad y en las provincias de Diyala y Salahuddin, según informó el Ejército estadounidense. Con estas muertes ascienden a diez el número de militares estadounidenses fallecidos en este fin de semana, de acuerdo con los datos oficiales.