Gordon Brown promete «nuevas ideas para una nueva etapa» si gana las próximas elecciones en el Reino Unido.

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EFE-LONDRES
Con la promesa de «nuevas ideas para una nueva etapa», el ministro británico de Economía, Gordon Brown, presentó ayer oficialmente su candidatura para suceder a Tony Blair como líder del Partido Laborista y primer ministro del Reino Unido.

«Ser el primer ministro de este país constituiría el mayor honor», confesó el también llamado «Chancellor of The Exchequer», de 56 años, sobre un puesto que ambiciona desde la pasada década. En una tarima con un fondo con los colores de la bandera británica y el lema «Gordon Brown para el Reino Unido», el ministro divulgó su intención poco después de que Blair le diera, por primera vez, su respaldo explícito para reemplazarlo al frente del Gobierno.

«Hoy anuncio que soy candidato a ser el líder del Partido Laborista y a dirigir un nuevo Gobierno», afirmó Brown al lanzar su campaña en el centro de Londres, aplaudido por sus seguidores.

Más sobrio y menos telegénico que Blair, el titular de Economía prometió en su discurso un «nuevo liderazgo» para una «nueva etapa», así como la «experiencia» acumulada en su cartera ministerial desde 1997, cuando el Laborismo llegó al poder.

«Estoy encantado de dar mi pleno apoyo a Gordon como próximo líder del Partido Laborista y Primer Ministro, y le apoyo totalmente», señaló Blair, tras reunirse en su residencia oficial de Downing Street con el presidente iraquí, Yalal Talabani.

El ministro de Economía recogió el guante y también tuvo palabras de elogio para su jefe, de quien dijo que «ha dirigido el país durante diez años con distinción, coraje, pasión y perspicacia».

Con todo, Brown dejó entrever en su alocución ciertas diferencias con el mandatario británico en política internacional y nacional. En el campo de la política exterior, el candidato, bastante menos europeísta que Blair, expresó su deseo de encabezar un Gobierno «pro-europeo» interesado en que «Europa funcione bien», pero defendió una «Europa de Gobiernos que cooperen con otros Gobiernos».

Además, reconoció abiertamente que se cometieron «errores» en Irak, frente a la insistencia de Blair de que hizo «lo correcto» al apoyar la invasión del país árabe.

Brown apuntó que, si llega a la jefatura del Gobierno, el Reino Unido cumplirá las obligaciones contraídas bajo mandato de la ONU en Irak y pondrá «mayor énfasis» en la «reconciliación política y el desarrollo económico» del país.