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EFE-GAZA
Los enfrentamientos entre las milicias de Al Fatah y Hamás en la franja de Gaza alcanzaron ayer nuevas cotas desde la formación del Gobierno de unidad nacional en marzo, con un recuento de catorce muertos, ocho de ellos de las fuerzas de seguridad leales al presidente palestino, Mahmud Abás.

«Miembros del brazo armado de Hamás y de las Fuerzas Ejecutivas -un cuerpo de seguridad leal a este movimiento islamista- han estado atacando el paso de Karni con morteros, misiles y lanzagranadas», dijo el portavoz de la Guardia Presidencial, el coronel Ali al-Qissi, a la televisión palestina. La versión de Hamás es que todos murieron en un bombardeo del Ejército israelí, que lo niega.

Los ocho agentes murieron en un ataque del brazo armado de Hamás con un misil, en la que es la ofensiva más letal entre ambas facciones desde marzo y que han convertido en papel mojado los llamamientos de Abás y la comunidad internacional a la calma. La acción de las Brigadas de Azedín Al-Kasem causó además 18 heridos, varios de ellos de gravedad, según fuentes del hospital Al-Aqsa, en el centro de la franja de Gaza.

El servicio de prensa de estas fuerzas palestinas informó en un comunicado de la muerte de ocho de sus miembros cuando protegían su base cerca de Karni de militantes de Hamás que trataron de ocuparla.

Se trata de la mayor ofensiva entre partidarios de ambos movimientos desde que formaron un Gobierno de unidad nacional el pasado marzo. Hace cuatro días se iniciaron unos sangrientos enfrentamientos que han dejado ya 21 muertos y unos 35 heridos.

«Debemos poner fin sin resistencia ni retrasos a las luchas civiles y al fantasma de una batalla interna», subrayó el presidente palestino, Mahmud Abás, en un discurso con motivo del día de la «naqba« (catástrofe), en el que los palestinos recuerdan la pérdida de sus tierras tras la primera guerra árabe-israelí (1948-49).