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EFE-JERUSALÉN
La Fuerza Aérea israelí volvió a atacar en Gaza y mató a cuatro palestinos, aparentemente de la Yihad Islámica, en medio de mutuas amenazas entre las dos partes al intensificar Israel su política de «asesinatos selectivos».

El ministro de Seguridad Interior israelí, Avid Dichter, ex jefe del Servicio General de Seguridad (Shabak), manifestó que el líder de la Oficina Política de Hamás en el exilio, Jaled Meshal, no debe ser «inmune. Ya nos despedimos de él una vez, y conoce perfectamente le procedimiento; Meshal no es invencible, ni en Damasco ni en ningún otro lugar; eso lo sabe él», agregó.

La Yihad Islámica informó de que los cuatro milicianos resultaron muertos cuando circulaban por la carretera de Saladino para cumplir «una misión sagrada» en el norte de Gaza, desde donde suelen disparar sus cohetes contra localidades del sur de Israel.

Según indicaron el Centro Palestino de Derechos Humanos (CPDH) y servicios de emergencia, desde el miércoles pasado, al intensificarse los disparos palestinos desde Gaza, la aviación israelí mató 36 residentes -al menos 16 civiles- de ese territorio e hirió a otros 106, muchos de ellos también civiles. Los jefes de Hamás y la Yihad Islámica y sus milicianos se hallan en la clandestinidad al reanudar Israel sus «asesinatos selectivos» y sus dirigentes políticos, también expuestos a ello, según el viceministro israelí de Defensa, Efraim Sné.

Meshal fue blanco de un atentado por el Mosad israelí en Amán en 1997, aunque consiguió salvarse porque los agentes que le inyectaron un veneno desconocido fueron arrestados por Jordania. A cambio de dejarlos en libertad, el entonces rey Husein puso una serie de condiciones que incluían la entrega del antídoto, que Israel aceptó.

Antes del ataque aéreo de ayer, milicianos de la Yihad reanudaron el lanzamiento de cohetes contra el sur de Israel tras siete ataques de la aviación israelí, uno de ellos contra un edificio de la ciudad de Gaza que causó anoche 9 muertos y 20 heridos en Gaza.