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EFE/EUROPA PRESS-BAGDAD
El Ejército estadounidense, que hace sólo unos días completó su último despliegue de nuevas tropas -cerca de 30.000- en Irak, ha lanzado una nueva ofensiva en distintos puntos de Bagdad, considerados bastiones de Al Qaeda, según informó ayer el máximo responsable militar estadounidense en el país, general David Petraeus.

Petraeus precisó que la operación comprenderá el despliegue de fuerzas en zonas clave de la periferia de la capital iraquí que, según los servicios de Inteligencia, la organización terrorista emplea como base de operaciones para planear sus atentados.

Tras reunirse con el secretario de Defensa, Robert Gates, el general Petraeus reconoció que, aunque no dispone de todas las tropas que desearía, la cantidad de efectivos bajo su mando son los únicos con los que puede contar. «No ha habido un solo comandante militar en la historia que no deseara contar con más efectivos. Eso se aplica aquí», señaló.

Gates y el presidente iraquí, Yalal Talabani, coincidieron ayer en la necesidad de integrar a todos los iraquíes en el proceso de reconciliación, en su segunda visita en menos de dos meses.

Ambos destacaron la relevancia «de la participación efectiva de todos los componentes de la sociedad iraquí en el proceso de toma de decisiones en los ámbitos políticos y de seguridad a través de una administración colectiva y efectiva», según la presidencia iraquí.

Las conversaciones se centraron en discutir la aprobación de leyes y enmiendas constitucionales básicas que permitan alcanzar la la reconstrucción del país y la restauración de la seguridad.

Pero el tema principal fue el proceso de reconciliación nacional, gravemente dañado tras el ataque que el pasado miércoles derribó dos alminares del mausoleo chií de Samarra, a 120 kilómetros al norte de Bagdad.

El jefe del Pentágono se reunió también con el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, para analizar la situación de la seguridad y la política en el país.