«No soy un narcotraficante», agrega, aparentemente en referencia a Elhanán Tenenbaum, oscuro hombre de negocios y ex coronel secuestrado por la milicia libanesa Hizbulá, que reconoció tras su liberación, en un canje de presos en 2004, que había ingresado en Líbano por un asunto de drogas.
En la primera grabación del joven cabo desde que fue capturado por tres milicias palestinas hace un año, Shalit advierte de que su «estado de salud se está deteriorando» y necesita «tratamiento en un hospital».
Lamenta además que «el Gobierno y el Ejército israelíes» no se hayan «interesado» en su caso y hayan «ignorado» las peticiones del brazo armado de Hamás a cambio de su liberación, pese a que se encontraba de misión cuando fue capturado.
Tanto el padre, Noam, como el abuelo de Shalit, Zvi, confirmaron que la voz de la grabación es, en efecto, la del militar de nacionalidad franco-israelí y de 20 años de edad.
Su progenitor matizó, sin embargo, que las declaraciones parecen efectuadas bajo coacción, pues no se corresponden con su estilo de habla.
«Supongo que es igual que la carta que le dictaron -el pasado septiembre- y no refleja su verdadero estado de ánimo», aseguró al Canal 2 de la televisión israelí.
«Soy el soldado Guilad Shalit, cautivo de las Brigadas del Mártir Izadin Al-Kasam», afirma el militar al iniciar la grabación, en la que se dirige a su «papá, mamá, hermanos y hermanas» y a sus «colegas en el Ejército israelí»,
«Tengo una gran esperanza en que mi Gobierno cuide de mí y atienda a las demandas de los muyahidines», sostiene, no obstante.
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