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EFE-BAGDAD
La violencia dio un nuevo zarpazo en Irak con cuatro atentados suicidas perpetrados en distintos lugares del país, incluido un hotel de Bagdad, que costaron la vida a al menos 41 personas y causaron un centenar de heridos.

Una comisaría de Policía en la ciudad de Baiji, el hotel Al Mansour de Bagdad, un centro de reclutamiento de Policía en la ciudad de Hila y una base aérea estadounidense, fueron blanco de los atentados, en que un convoy de tropas de EEUU fue atacada en plena calle con lanzacohetes.

Fuentes policiales no descartan que estos ataques estén relacionados o sean una venganza por las condenas a muerte dictadas el domingo por el Tribunal Especial en Bagdad contra tres altos cargos del depuesto régimen de Sadam Husein, entre ellos el primo de ese, Ali Hasan al Mayid, «Ali el Químico».

El más sangriento de los atentados fue perpetrado contra una comisaria de policía en la ciudad de Baiji, a 180 kilómetros al norte de Bagdad, donde causó la muerte de 20 personas y heridas a otras 50. Al mismo tiempo y también en Baiji, una decena de insurgentes atacó por las calles de la ciudad con lanzacohetes anticarro RPG y fusiles de asalto un convoy de las tropas estadounidenses, según informaron fuentes policiales iraquíes.

Además de estos ataques, un suicida con un coche bomba se empotró en un puesto de control del Ejército iraquí a la entrada de una base aérea estadounidense cerca de Baiji, causando la muerte de al menos dos soldados.

Otras nueve personas perdieron la vida y unas 30 resultaron heridas en un cuarto atentado suicida con coche bomba perpetrado contra un centro de reclutamiento en la ciudad de Hila, capital de la provincia chií de Babel, a 100 kilómetros al sur de Bagdad.

Entre las víctimas mortales de este atentado figuran ocho policías, mientras que el resto eran hombres que hacían cola para enrolarse en la Policía.

En un tercer atentado, un terrorista suicida causó la muerte de al menos diez personas, además de heridas a otras quince, al hacer estallar la carga explosiva que portaba en el céntrico hotel Mansour de Bagdad, informaron fuentes policiales iraquíes.

Entre las víctimas, se encuentra el líder tribal suní, Safal al Goud, miembro del «Consejo de clanes para la salvación de Al Anbar», que agrupa a varios clanes suníes pro gubernamentales.