TW
0

EFE-LAHORE(PAKISTÀN)
Cientos de radicales islámicos resisten en la Mezquita Roja de Islamabad pese a la amenaza del Gobierno de lanzar un asalto contra unas instalaciones en las que hay un indeterminado número de niñas cuyos angustiados padres no las han podido recoger.

Rodeados por fuerzas paramilitares, soldados y policías con blindados y armamento pesado, los integristas han hecho caso omiso del llamamiento del líder de la Lal Masjid (Mezquita Roja), el «maulana», o maestro, Abdul Aziz, para que se rindan.

Aziz, detenido el miércoles cuando intentaba escapar del recinto camuflado bajo un burka negro, hizo el llamamiento el miércoles en una «entrevista» con la televisión estatal, pero su hermano, Abdul Rasheed Ghazi, mantuvo que fue forzado a ello.

Ghazi capitanea a los más radicales de la mezquita, que han abandonado en los últimos dos días -en los que el Gobierno ha prorrogado sucesivos ultimatos- unos 1.700 alumnos de las dos madrasas adyacentes, una para mujeres y otra para hombres.

Sin embargo, muchas niñas siguen en el interior de la mezquita, una institución pública costeada por el Estado a la que familias de remotas zonas tribales envían a sus hijos a estudiar.

El presidente, Pervez Musharraf, se había reunido con los responsables de gestionar esta crisis para evaluar la situación.
Padres de las alumnas que siguen en el interior del templo suplicaron a Musharraf que prorrogara el plazo, recordándole que sus hijas están ahí para recibir educación y nada tienen que ver con la crisis.

Medidas legales
Desde dentro de la mezquita, donde el agua y la luz han sido cortados en días de fuerte calor en Islamabad, Ghazi exigió que el Gobierno garantice que no se tomarán medidas legales contra los radicales si deponen las armas.

El Ejecutivo anunció que presentará cargos por asesinato tanto contra Ghazi como contra su hermano. Tras los primeros enfrentamientos en los que han muerto 14 personas, la madrugada del jueves un intenso humo cubrió la acordonada mezquita, en la que se registraron tiroteos y varias explosiones. Según una fuente diplomática en Islamabad , las fuerzas de seguridad lograron esta madrugada penetrar en el recinto y ocupar parte de sus instalaciones, aunque el gran asalto aún no ha sido lanzado, a espera de las órdenes del gobierno, para evitar un baño de sangre que podría afectar a los niños.