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EFE-WASHINGTON La Casa Blanca y el Congreso de Estados Unidos evidenciaron de nuevo sus diferencias sobre la búsqueda de solución a la guerra en Irak, después de que el presidente, George W. Bush, anunciara que vetará el proyecto de la Cámara que propone la retirada militar de ese país antes de abril.

La secretaria de Estado, Condoleezza Rice, señaló ayer que la Administración necesita otros dos meses para encontrar una «forma coherente de seguir adelante» en Irak. Rice hizo acto de presencia en las principales cadenas de televisión para pedir paciencia a los legisladores y que no tomen decisiones precipitadas en las que piden el regreso de las tropas hasta ver los resultados definitivos del denominado Plan para Bagdad, implantado en enero. Rice indicó que por el momento el Gobierno se encuentra «en el ecuador de la nueva estrategia».

La secretaria de Estado hablaba después de que el jueves, y por 223 votos a favor y 201 en contra, la Cámara de Representantes aprobara una medida que exige una retirada de las tropas de Irak que debe quedar completada el 1 de abril próximo.