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OTR/EFE-PARÍS El desfile militar por el 218 aniversario de la toma de la Bastilla celebrado ayer en París, estuvo cargado de novedades con la llegada de Nicolás Sarkozy a la presidencia de Francia. Una de ellas fue la participación de las Fuerzas Armadas de los 27 países de la Unión Europea, entre los que se encontraba una dotación de 40 legionarios españoles que completaron el recorrido con otros cerca de 800 soldados de distintos países, entre el Arco del Triunfo y la Plaza de la Concordia de la capital francesa.

La marcha del 14 de julio, primera fiesta nacional francesa, estuvo encabezada por un soldado portugués que portaba la bandera de Europa, al que siguieron las dotaciones de los países de la Unión, 4.000 militares franceses y 400 miembros del Ministerio del Interior galo, que recorrieron las principales avenidas parisinas al ritmo del Coro del Ejército Francés y del Coro de los Niños Cantores de Croix de Bois, que también resultó ser una novedad respecto a años anteriores.

Concierto
Otra de las innovaciones introducidas por el Ejecutivo de Sarkozy fue la celebración de un concierto al final del desfile, bajo la Torre Eiffel. Además, el presidente francés ignoró el estricto protocolo que suele rodear a este tipo de celebraciones y detuvo el convoy desde el cual seguía la marcha y se acercó a estrechar las manos de los franceses concentrados en los abarrotados Campos Elíseos de París, que aclamaba al líder conservador.