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AGENCIAS-WASHINGTON El Senado de Estados Unidos decidió el viernes por la noche otorgar temporalmente al Gobierno de George W. Bush la autoridad necesaria para espiar las conversaciones privadas mantenidas por presuntos terroristas a los que los agentes de la inteligencia estén investigando sin que éstos tengan que obtener para ello una orden judicial.

La Cámara de Representantes, por su parte, rechazó la versión del proyecto de ley que defendían los demócratas, por lo que su futuro es, por el momento, incierto.

Los representantes demócratas pretendían someter mañana sábado a votación el texto aprobado por el Senado, en respuesta a la demanda formulada por Bush al Congreso por la que pedía al Congreso que le otorgase la autoridad que solicita en la vigilancia de presuntos terroristas antes de iniciar sus vacaciones este fin de semana.

El presidente de EEUU, George W. Bush, había instado a la Cámara de Representantes a que aprobase el proyecto de ley que da temporalmente poder a las agencias de espionaje del país para realizar escuchas sin autorización judicial.

«Hoy la Cámara de Representantes tiene la oportunidad de analizar el proyecto de ley, aprobarlo y enviármelo para que lo firme», dijo Bush en un comunicado. El Senado ratificó ayer la propuesta por 60 votos a favor y 28 en contra, a instancias de la Casa Blanca.

La ley actual, conocida como «Ley de Supervisión de Datos de Inteligencia sobre Extranjeros» (FISA, por su sigla en inglés)» y que data de 1978, requiere la autorización de un tribunal especial para esas escuchas. El proyecto de ley requiere que los legisladores vuelvan a analizar sus cláusulas principales seis meses tras su aprobación.

Bush señaló hoy que el texto «da a nuestros profesionales de inteligencia la autoridad y las herramientas legales que necesitan para mantener seguro a Estados Unidos».

«Proteger a Estados Unidos es nuestra obligación más solemne e instó a la Cámara Baja a aprobar este proyecto sin retrasos», añadió.
La Cámara de Representantes debía haber terminado sus sesiones ayer y entrar hoy en su receso estival, pero continuará su trabajo para abordar esta propuesta, así como otros dos proyectos sobre energía y gastos de la defensa.

Por otra parte, el presidente de EEUU, George W. Bush, prometió ayer que el puente que se derrumbó el miércoles en Minneapolis será reconstruido «lo antes posible», durante una visita al lugar de la tragedia en la que murieron al menos cinco personas.

En unas declaraciones rodeado de las autoridades locales y personal de Policía y los bomberos, Bush dijo que ha puesto a la secretaria de Transporte, Mary Peters, a cargo del proyecto. «Prometo que cuando ella vea bloqueos y obstáculos que dificulten el trabajo, hará todo lo que pueda para eliminarlos», recalcó.

El Congreso aprobó este viernes una partida de 250 millones de dólares (181'3 millones de euros) para ese propósito.
La estructura, por la que transitaban más de 140.000 vehículos al día, se derrumbó sobre el río Misisipi durante la hora de tráfico punta por razones aún desconocidas.

Las autoridades han confirmado la muerte de cinco personas y que cien resultaron heridas, cinco de las cuales permanecen en estado crítico, mientras que ocho víctimas siguen desaparecidas.