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AGENCIAS-KABUL/SEÚL Los secuestradores que el sábado tomaron como rehén a una alemana en Kabul aparecieron ayer en una televisión afgana con la cooperante y aseguraron no ser talibanes.

Los captores reclamaron la excarcelación de unos compañeros presos a cambio de la liberación de la rehén. «Estoy bien, esto no es ninguna amenaza contra mí. Quiero que mi país intente inmediatamente liberarme», leyó de un papel.

En el vídeo retransmitido por el canal Tolo TV, uno de los captores apareció con su cara cubierta por un turbante y luciendo gafas de sol. «Tenemos a Christina, intentaremos mantenerla a salvo. Queremos que el gobierno de Hamid Karzai libere a nuestros prisioneros», leyó también de un comunicado el secuestrador. El hombre, escondido tras un turbante, ofreció hacer llegar al Gobierno afgano por alguna vía privada el nombre de los presos cuya liberación exigen.

«No somos mala gente, tampoco somos talibanes. Somos un grupo especial», manifestó el captor.
La cooperante germana fue secuestrada el sábado en el lado oeste de Kabul por un grupo de hombres armados que iban en varios vehículos.
Por otra parte, los talibán fijaron hoy como nueva fecha límite para liberar a los 19 surcoreanos secuestrados en Afganistán y acusaron a las autoridades surcoreanas de mostrar una actitud «indiferente» en sus negociaciones cara a cara, según informó la agencia surcoreana Yonhap.

Abdullah Jan, supuesto jefe talibán de la provincia de Ghazni, donde se produjo el secuestro el pasado 19 de julio, afirmó que los talibán decidieron que darían un plazo de dos días al Gobierno afgano para que liberase a ocho prisioneros de su grupo y así evitar que comience la ejecución de los rehenes. Jan explicó que tuvieron un «contacto telefónico» con Corea del Sur el sábado y que les pidió un plazo de dos días, lo que significa «el domingo y el lunes».