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WASHINGTON/EP/AP El Comité de Reformas Gubernamentales y Supervisión Interior del Congreso de Estados Unidos publicó ayer un informe en el que afirmó que la empresa de seguridad Blackwater, que trabaja en Irak y que se ha visto envuelta en varios escándalos, es una organización fuera de control que permanece indiferente ante la muerte de civiles iraquíes y sus trabajadores se comportan como 'cowboys', que primero disparan y luego disparan.

Entre los cargos más serios contra la organización de seguridad se encuentra el que los contratistas de la firma Blackwater intentaron ocultar la muerte de un civil iraquí en 2005 y que la empresa pagó, con la aprobación del Departamento de Estado, a las familias de otras víctimas que murieron a causa de disparos de sus guardias de seguridad.

Blackwater tuvo que despedir a decenas de guardias de seguridad durante los últimos tres años por problemas como el uso incorrecto del armamento, por abuso de alcohol y de drogas, conducta inapropiada y comportamientos violentos, según el informe del Comité de Reformas Gubernamentales y Supervisión Interior.

El Departamento Federal de Investigación norteamericano envió a un equipo del FBI a Irak para investigar uno de los incidentes que más han repercutido en la opinión pública internacional. El 16 de septiembre, once iraquíes murieron en un tiroteo en el que resultaron involucrados los empleados de Blackwater que protegían a un convoy diplomático estadounidense en Bagdad. Blackwater aseguró que sus guardias actuaron únicamente después de que el convoy fuese atacado, mientras que varios testigos negaron que hubiese una provocación previa.

Los 122 empleados despedidos por Blackwater son aproximadamente una séptima parte de todo el personal que la empresa tiene en Irak, por lo que mucha gente ha planteado la calidad de las personas elegidas para trabajar en la compañía. El único castigo que recibieron aquellos que fueron despedidos fue la finalización de sus contratos con la empresa, según indica el informe, que se basa en información de la propia empresa y del Departamento de Estado.

Además, el texto denuncia que Blackwater estuvo implicado en 195 tiroteos desde 2005, cerca de 1'4 a la semana y que en más del 80 por ciento de los incidentes, denominados «escalada de fuerzas», los guardias de Blackwater dispararon en primer lugar a pesar de que su contrato con el Departamento de Estado especifica que solo pueden usar la fuerza de forma defensiva. .