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EFE-ROMA El primer ministro italiano, Romano Prodi, se somete hoy a un voto de confianza en la Cámara de los Diputados y en el Senado para verificar si cuenta con el apoyo suficiente para dirigir el Gobierno, mientras la oposición conservadora afila ya sus armas de cara a unas posibles elecciones anticipadas.

Prodi compareció ayer ante la Cámara Baja para explicar la situación política después de que los democristianos de la Unión de los Demócratas para Europa (UDEUR) anunciaran que abandonaban la coalición gubernamental.

La salida del UDEUR deja al Ejecutivo de Prodi sin mayoría en el Senado. Ante esta circunstancia, al presidente del Gobierno se le abrían dos caminos: presentar su dimisión ante al jefe del Estado, Giorgio Napolitano, o comprobar quiénes de sus aliados mantienen su confianza en él. Prodi justificó su decisión de pedir el voto de confianza al asegurar que «sólo el Parlamento puede determinar si un Gobierno tiene la legitimidad de continuar con su trabajo».

El primer ministro, que aseguró haber conocido las intenciones de la Unión de los Demócratas para Europa a través de los medios de comunicación, añadió que «la suerte de un Gobierno sólo la puede determinar el Parlamento y no los debates televisivos ni las agencias de prensa».