La portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, indicó en unas declaraciones a la prensa que «no es una situación ideal», por lo que «esperamos que sea una incursión de corta duración para hacer frente a la amenaza».
«La situación ideal sería que el PKK -considerado un grupo terrorista por Turquía, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos- dejara de existir en Irak», señaló Perino, y agregó que el Gobierno de Washington se mantiene en contacto permanente con Ankara.
El mismo jueves, la Casa Blanca, que indicó que Turquía había comunicado con antelación sus intenciones, instó al Gobierno de Ankara a «constreñir sus operaciones a objetivos precisos del PKK y a limitar el alcance y la duración de sus operaciones».
La incursión del Ejército turco en el Kurdistán iraquí, iniciada el jueves, no cesa y continúa con intensos combates entre las tropas militares y los guerrilleros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). De hecho, durante la madrugada del lunes fallecieron 41 kurdos, lo que elevaría el total a al menos 153, demostrando que los ataques específicos han terminado por convertirse en enfrentamientos continuos. Sin embargo, el número de bajas en el Ejército otomano varía, ya que mientras oficialmente se reconocen 15 fallecimientos, desde el PKK se elevó esta cifra a 47.
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