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EFE-JERUSALÉN Al Fatah, el partido del presidente palestino, Mahmud Abás, acusó ayer a Israel de «empujar a los palestinos a una espiral de violencia» para así poder «llevar a cabo sus planes». El portavoz de Al Fatah, Fehmi al Zaarier, aseguró que Israel rechaza crear las condiciones para acordar un alto el fuego con las milicias palestinas porque prefiere seguir construyendo asentamientos judíos en Cisjordania e incrementar la presión militar sobre Hamás en la franja.

«Un alto el fuego es la única manera de probar la seriedad de Israel en el proceso de paz» lanzado el pasado noviembre en la conferencia de Annapolis (EEUU) «a través de los resultados en el terreno de las negociaciones», apuntó el portavoz. Para Al Zaarier, una tregua mutua y total en el conjunto de los territorios palestinos «pondría la pelota en el tejado de Israel».

Por su parte, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, ha aprobado la construcción de 750 viviendas en el asentamiento de Givat Zeev, en Cisjordania, y al norte de Jerusalén, reveló ayer el Ministerio de Vivienda. El mencionado ministerio y la Administración de Tierras de Israel sacaron a concurso la construcción de viviendas en dicho asentamiento en 1999, pero las obras se paralizaron a finales de 2000, poco después del comienzo de la Segunda Intifada palestina, informan medios de comunicación locales.

La demanda de viviendas en la zona, junto con la relativa situación de calma en la región, condujo a las empresas constructoras a desarrollar proyectos en el enclave y solicitaron al Ministerio de Vivienda que permitiera que se reanudaran las obras.