Imagen de dos pancartas colgadas en el Golden Gate de San Francisco, California. Foto: REUTERS

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OTR-PEKÍN/PARÍS/WASHINGTON

El fuego tradicionalmente conciliador de la llama olímpica de los Juegos de Pekín va dejando por todo el mundo una estela de protesta protibetana que ha puesto en alerta al Comité Olímpico Internacional (COI). En vista de los incidentes en Londres, París y los de ayer en San Francisco, el organismo deportivo estudia la suspensión del periplo de la antorcha, aunque esta opción se desaconseja y probablemente se convertirá en una medida a estudiar de cara a próximas ediciones. Desde Pekín, se aclaró que las protestas contra la actuación china en el Tíbet no lograrán frenar la gira del fuego.

El jefe de la Comisión de Prensa del COI, Kevan Gosper, descartó la interrupción del actual periplo de la antorcha, si bien esta decisión corresponde en última instancia a China. «Creo firmemente que la antorcha debe ir desde la ciudad griega de Olimpia hasta el país anfitrión», señaló, criticando a los «saboteadores profesionales» que boicotearon el paso del fuego por Londres y París, donde los incidentes y los arrestados se contaron por decenas.

Para el comité organizador de Pekín 2008, «lo que ocurrió en París es una provocación flagrante a la cita olímpica». En este sentido, mostró su confianza en que en sus próximos destinos la antorcha reciba el apoyo «de la gente de paz», algo que parece difícil en vista de que antes siquiera de la llegada del preciado fuego a la ciudad estadounidense de San Francisco ya se habían desarrollado protestas. Tres activistas protibetanos escalaron el famoso puente Golden Gate para desplegar pancartas y permanecieron más de tres horas colgados.

Sin embargo, el COI aclaró que «ninguna fuerza puede parar el relevo de la antorcha hacia los Juegos de Pekín». Por lo que pueda pasar, las autoridades australianas ya han anticipado que barajan reducir los relevos para facilitar el control de los activistas, mientras la Administración china comienza a incrementar la seguridad de cara a la cita de agosto.