El senador y candidato a la nominación demócrata, Barack Obama, durante un mitin en Dakota del Sur. Foto: EFE

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EFE-WASHINGTON

El Partido Demócrata trataba ayer de alcanzar un compromiso sobre los disputados delegados de Florida y Michigan durante una reunión que se prevé maratoniana y en la que Hillary Clinton tiene depositadas sus últimas esperanzas.

La formación política penalizó a los dos estados sin representación por adelantar sin permiso la fecha de sus primarias, que se celebraron en enero en lugar de después del 5 de febrero como marcaban las normas.

La presión de los votantes de ambos estados y varias demandas exigiendo una revisión de la drástica decisión forzaron a los demócratas a revisar su decisión.

Clinton, que mantiene una feroz batalla desde hace casi seis meses por la candidatura presidencial demócrata con el senador por Illinois Barack Obama, ha sido la principal defensora de que se incluyan los delegados de Florida y Michigan.

Su campaña sostiene que la inclusión de los resultados de esas primarias permitirá a Hillary ganar el voto popular, un argumento que la senadora por Nueva York esgrime para convencer a la elite del partido de que ella es la legítima ganadora del proceso de primarias que concluirá el próximo martes en Dakota del Sur y Montana.

La ex primera dama ganó en Florida y Michigan y ha pedido que se cuenten «todos» los delegados, una solicitud difícil de alcanzar dado que Obama no incluyó su nombre en las papeletas de Michigan.

Un documento legal elaborado por abogados del partido señala como el escenario más plausible el que se sienten en la convención la mitad de los delegados de ambos estados o todos los delegados con medio voto cada uno. Cientos de manifestantes, la mayoría partidarios de Clinton, se dieron cita ayer en las afueras del hotel en el que se celebra la reunión del Comité de Normas y Reglamentos para exigir que se cuente «cada voto».

En el interior, los 30 miembros del comité escuchan los argumentos de los demandantes y de ambas campañas en una reunión que comenzó poco antes de las 10.00 de la mañana y que, en el peor de los casos, podría alargarse hasta hoy domingo

El presidente del Partido Demócrata, Howard Dean, y miembros del comité participaron en una cena de trabajo que se prolongó hasta altas horas de la madrugada y que, según algunas filtraciones a los medios, concluyó sin consenso.

Dean instó ayer a las facciones enfrentadas dentro del partido a enterrar el hacha de guerra: «Tenemos que aunar fuerzas y unir este partido», destacó.

Los manifestantes que se congregaron en las afueras del hotel -muchos de ellos mujeres- dieron prueba de que los ánimos están caldeados y amenazaron con no acudir a las urnas en noviembre si Michigan y Florida no tienen representación.

«Si no cuentan los votos, no cuenten conmigo», rezaba una de las pancartas.