La Eurocámara deberá volver a debatir la directiva aprobada ayer por los ministros de Empleo de la UE. Foto: EFE

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OTR/PRESS-MADRID/LUXEMBURGO

Los ministros de Empleo de los Veintisiete se reunieron ayer para discutir y aprobar una directiva que amplía la jornada laboral a las 65 horas semanales, considerablemente superiores a las 48 mantenidas de máximo actualmente y las 40 permitidas en España.

Esta norma, que abre la puerta a un aumento de la jornada previo acuerdo entre empresario y trabajador, cuenta con el rechazo de España, ya que para el ministro de Trabajo, Celestino Carbacho, supone «una regresión en la agenda social». En este sentido, el PSOE quiere liderar el sector crítico en la Eurocámara, segundo paso para la aprobación definitiva del texto.

A propuesta eslovena, el Consejo de Ministros de Empleo de la UE se reunió ayer con una polémica directiva en la agenda del día. El texto discutido contempla alargar la jornada laboral hasta 65 horas semanales en virtud de acuerdos individuales, empresario y trabajador. Actualmente, la directiva europea prevé una jornada de un máximo de 48 horas, frente a las 40 de España.

El titular de Trabajo ya había reconocido que España no podía formar una minoría de bloqueo suficiente para frenar la aprobación del texto, aunque se mostró convencido en que la postura del Ejecutivo «es absolutamente compartida por las fuerzas políticas y por los agentes sociales».

Con iniciativas como ésta, según Corbacho, la UE no puede sorprenderse después «si cada vez más los ciudadanos se distancian de esa Europa que se aleja de lo que realmente a los ciudadanos les gustaría que fuera». En este sentido, criticó que con un régimen de 65 horas «nos acercamos más al siglo XIX y no al siglo XXI». Y es que, aunque el ministro admitió que «hay sectores que necesitan probablemente una singularidad de horario», en referencia a la sanidad, resaltó que ni en esos casos se debería llegar a una jornada tan extensa, porque impide «la conciliación de al vida laboral y familiar».

Por su parte, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, crtició en rueda de prensa tras una reunión de la Comisión Ejecutiva Federal socialista la directiva europea porque, en la práctica, abre la puerta «a una ampliación generalizada de la jornada de trabajo», abandona una de las «conquistas sociales más importantes» y llevará las relaciones laborales al acuerdo individual entre empresario y trabajador en lugar de recaer en el ámbito de la negociación colectiva.