Antonio Brufau, presidente de Repsol, ayer en la inauguración del Congreso Mundial del Petróleo en Madrid. Foto: REUTERS

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La tasa interanual de inflación en la zona euro ha subido en junio hasta el 4%, frente al 3,7% del mes anterior, según el primer cálculo publicado hoy por la oficina estadística comunitaria, Eurostat. De confirmarse este dato, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) habría alcanzado un nuevo máximo en la serie histórica que comenzó en 1997.

A la vista de estas cifras, el diferencial de inflación de España con la zona euro aumentaría una décima frente al mes pasado, hasta 1,1 puntos, pues el IPC español dado a conocer el pasado viernes alcanzó en junio el 5,1%, la cota más alta de su historia.

La evolución de los precios en los países del euro dan más razones al Banco Central Europeo (BCE) para subir los tipos de interés en su reunión de mañana, según avanzó el presidente de la institución, Jean-Claude Trichet.

Los analistas esperan que el instituto emisor, que anunciará su decisión el jueves, aumente en un cuarto de punto el precio del dinero hasta el 4,25%, que ya ha sido descontada por los mercados en el Euríbor.

La Comisión Europea admitió que el actual nivel de inflación es «incómodamente alto» para la eurozona y reclamó de nuevo evitar una «espiral» inflacionista de salarios y precios porque «tendría consecuencias muy perjudiciales para nuestras economías y para los ciudadanos en particular».

«El actual nivel de inflación es incómodamente alto para la eurozona, como para el resto de Europa y para casi todo el resto del mundo», dijo la portavoz de Asuntos Económicos, Amelia Torres, que atribuyó la subida al encarecimiento del petróleo y de los alimentos.

«Lo que es importante es garantizar que las expectativas de inflación no se afiancen y evitar a toda costa una espiral de salarios y precios que tendría consecuencias muy perjudiciales para nuestras economías y para los ciudadanos en particular», subrayó la portavoz.