Los líderes de los países más ricos del mundo, junto a Durao Barroso, intentan plantar árboles en señal de su compromiso con el medio ambiente. Foto: JIM YOUNG/REUTERS

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EFE-TOYAKO (JAPÓN)

Los países ricos anunciaron ayer en su cumbre de Hokkaido (Japón) un acuerdo contra el cambio climático que insta a las economías avanzadas a reducir a la mitad para 2050 las emisiones de CO2 a la atmósfera.

Los líderes del G8 pidieron a los países emergentes, entre ellos potencias como China o India, que «consideren seriamente» ese objetivo mientras se comprometieron por su lado a fijar metas nacionales a medio plazo, pero sin concretar y sin marcar una fecha de referencia para medir el nivel de emisiones.

«Admitimos que las economías avanzadas difieren de las economías en desarrollo», por lo que los países ricos aplicarán «objetivos ambiciosos a medio plazo» para reducir las emisiones según la situación de cada país, señala un comunicado conjunto del G8 (formado por EE UU, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Canadá, Japón y Rusia)

El acuerdo fue calificado de éxito por los países ricos, por consensuar posturas poco reconciliables -Japón y la UE en un extremo, EE UU en el otro-, pero un fracaso para las ONG, que no ven avances.

Los analistas coinciden en que el anuncio, aunque difuso, permite salvar la cara a los anfitriones nipones, que habían hecho del cambio climático su caballo de batalla en Hokkaido, por delante de asuntos como la situación económica, el desarrollo de Àfrica y la crisis alimentaria que amenaza a millones de personas con la pobreza.

Mientras, los países emergentes del G5 (formado por Brasil, México, India, China y Sudáfrica) opinaron en una cumbre paralela en Sapporo que se precisa una «responsabilidad compartida equitativa» contra el calentamiento global y que el G8 debería recortar sus emisiones en 2020 entre un 25 y un 40% frente a sus niveles de 1990.

Japón había presionado esta semana por un acuerdo para 2050, mientras la UE prefería fijar la más cercana de 2020, en un porcentaje equivalente (20%), y EE UU quería a toda costa implicar a economías emergentes como la India y China.

En la cumbre de 2007, el G8 ya prometió «considerar seriamente» la reducción a la mitad de emisiones de CO2 en 2050 y ahora apoya, a través de negociaciones en el marco de la ONU, que esa meta sea «global».

Mientras las ONG afirmaban que el presidente estadounidense, George W.Bush, ha bloqueado todo avance con la ayuda de Canadá, la Casa Blanca calificaba lo anunciado de mejora «significativa», la Comisión Europea se mostraba satisfecha y Japón lo consideraba un «nuevo paso» para involucrar a todas las naciones.