Imagen tomada ayer en Mahmudiya, al sur de Bagdad, durante un registro a unos viandantes. Foto: REUTERS

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OTR/PRESS-BAGDAD El acuerdo para fijar el repliegue de las tropas militares extranjeras en el país árabe cada vez está más cerca y, ayer, el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, reveló el plazo para esta salida.

Anunció que existe un consenso entre su Gobierno y el de George W. Bush para poner fin a la presencia internacional antes de que concluya 2011, alegando que no firmaría ningún pacto que no incluyese una «fecha específica» para la salida. Esta concreción contrasta con las versiones de la Administración norteamericana, que se mostró reticente a dar por hecho un horizonte fijo.

Al Maliki desveló la existencia de un pacto con Estados Unidos, del que hasta ahora sólo había especulaciones, y del que ya comienza a conocerse algún punto.

No obstante, el portavoz de la Casa Blanca, Tony Fratto, explicó en un comunicado que las discusiones bilaterales continúan y, por tanto, «no hay ningún acuerdo finalizado», según informaciones de la CNN.

Fecha fija
El primer ministro iraquí, en un discurso ante líderes tribales, declaró que «hay un acuerdo alcanzado entre las dos partes para una fecha fija, que es el fin de 2011, para poner fin a cualquier presencia extranjera en suelo iraquí». En este sentido, confirmó que «hay importantes avances en la cuestión de las negociaciones» y reiteró que no se firmará ningún texto que no respete la soberanía iraquí y no incluya una «fecha específica» para el repliegue.

A su juicio, «una fecha abierta no es aceptable en ningún acuerdo de seguridad que regule la presencia de las fuerzas internacionales», pese a que Fratto mostró su confianza en concluir el diálogo manteniendo «objetivos flexibles» para las tropas estadounidenses dependientes en última instancia de las condiciones sobre el terreno. La semana pasada la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, también se expresó en esta misma línea, una postura que concuerda con la del candidato republicano, John McCain, pero que contrasta con la del demócrata, Barack Obama, cuya hoja de ruta se parece a las pretensiones llegadas desde Bagdad.

Al Maliki también se refirió a la supuesta impunidad de los soldados para aclarar que ningún extranjero gozará de inmunidad legal absoluta, aunque Estados Unidos pretende que sus militares eviten la justicia iraquí. «No aceptaremos poner las vidas de nuestros hijos en riesgo dando inmunidad absoluta a nadie, ya sea iraquí o extranjero», sentenció.