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PACO G. PAZ-WASHINGTON El presidente de EE UU, George W. Bush, intensificó ayer su campaña de presión para que el Senado aprobara su propia versión del plan de rescate financiero, que incluye alivios fiscales y medidas de apoyo al ciudadano, lo que también apoyaron los candidatos a la Casa Blanca. Bush se dedicó ayer a telefonear a los senadores más reticentes para convencerles de la necesidad de apoyar el plan de intervención de 700.000 millones de dólares, dijo su portavoz, Tony Fratto.

«Estamos impacientes por ver el debate (en el Senado), y creo que habrá un apoyo muy fuerte al plan», añadió Fratto, en referencia a la votación prevista para la pasada madrugada en el Senado, en torno a las O2.30 hora de Balears. En caso de que se aprobara, el plan podría ser votado hoy en la Cámara de Representantes.

Los tres senadores que están inmersos en la campaña presidencial, los demócratas Barack Obama y Joseph Biden, y el republicano John McCain, dejaron por unas horas sus actividades electorales y se desplazaron a Washington para participar en la votación. Todos ellos están a favor y presionando a sus colegas para que se apruebe el plan.